Hace un año despertábamos con la noticia de que una peligrosísima banda de terroristas internacionales moría a manos de la policía en un intenso tiroteo en un hotel céntrico de la ciudad.
De inmediato el gobierno hablo de intentos de separatismo, magnicidio y guerra civil. Los cruceños fuimos acusados de traidores a la patria. Con el paso de los días se desato una cacería de brujas en contra de dirigentes e instituciones y muchos huyeron y otros más se vendieron al gobierno.
Ha pasado un año y hasta ahora no hay arrestados por el caso, solamente amagos de aprehensión, secuestros exprés hacia La Paz, citaciones e interrogatorios.
Hay varias dudas que me asaltan:
1 ¿Por qué en vísperas del tiroteo se desconectaron las cámaras de seguridad del hotel?
2. ¿Por qué el operativo policial se hizo sin jueces presentes ni ordenes de aprehensión?
3. ¿Por qué el Capitán Andrade que comando el operativo aparece en una foto con Rózsa en un festejo?
4. ¿Por qué no se siguio investigando al Capitán Andrade y al teniente “Marylin” cuando salieron a la luz unos videos en donde se muestra como supuestamente se plantaba evidencias en los cuartos donde cayó Rózsa y sus acompañantes?
5. ¿Por qué en un principio se dijo que Rózsa iba a matar al Cardenal, a opositores y gobierno y después las acusaciones se limitaron a culpar a la oposición como responsables?
6. ¿Por qué si era una banda peligrosísima se espero casi 6 meses para realizar el operativo, en fechas de celebrarse la victoria por el referendo autonómico y coincidentemente con el viaje del presidente a Venezuela?
7. ¿Por qué criminales que estaban siendo investigados por Inteligencia se daban la vida de reyes y usaban redes sociales para pavonearse de sus jaranas?
Preguntas al aire que nadie se da a la tarea de responder. Las recientes acusaciones oficialistas de vinculos de logías cruceñas con el caso Rózsa no deberian sorprender. Las logías operan en todo el país y en realidad detras de toda esta tramoya de intrigas, decires y contradecires, existe una pugna política económica entre un poder conservador anclado en La Paz y uno emergente en Santa Cruz. Nada más simple, pero tan turbio, que es necesario contarle a todo el país una gran mentira, para que nadie busque la verdad.
De inmediato el gobierno hablo de intentos de separatismo, magnicidio y guerra civil. Los cruceños fuimos acusados de traidores a la patria. Con el paso de los días se desato una cacería de brujas en contra de dirigentes e instituciones y muchos huyeron y otros más se vendieron al gobierno.
Ha pasado un año y hasta ahora no hay arrestados por el caso, solamente amagos de aprehensión, secuestros exprés hacia La Paz, citaciones e interrogatorios.
Hay varias dudas que me asaltan:
1 ¿Por qué en vísperas del tiroteo se desconectaron las cámaras de seguridad del hotel?
2. ¿Por qué el operativo policial se hizo sin jueces presentes ni ordenes de aprehensión?
3. ¿Por qué el Capitán Andrade que comando el operativo aparece en una foto con Rózsa en un festejo?
4. ¿Por qué no se siguio investigando al Capitán Andrade y al teniente “Marylin” cuando salieron a la luz unos videos en donde se muestra como supuestamente se plantaba evidencias en los cuartos donde cayó Rózsa y sus acompañantes?
5. ¿Por qué en un principio se dijo que Rózsa iba a matar al Cardenal, a opositores y gobierno y después las acusaciones se limitaron a culpar a la oposición como responsables?
6. ¿Por qué si era una banda peligrosísima se espero casi 6 meses para realizar el operativo, en fechas de celebrarse la victoria por el referendo autonómico y coincidentemente con el viaje del presidente a Venezuela?
7. ¿Por qué criminales que estaban siendo investigados por Inteligencia se daban la vida de reyes y usaban redes sociales para pavonearse de sus jaranas?
Preguntas al aire que nadie se da a la tarea de responder. Las recientes acusaciones oficialistas de vinculos de logías cruceñas con el caso Rózsa no deberian sorprender. Las logías operan en todo el país y en realidad detras de toda esta tramoya de intrigas, decires y contradecires, existe una pugna política económica entre un poder conservador anclado en La Paz y uno emergente en Santa Cruz. Nada más simple, pero tan turbio, que es necesario contarle a todo el país una gran mentira, para que nadie busque la verdad.