La dignidad es un elemento que sobra en el país. Tenemos tanta dignidad, gracias al gobierno, como reservas de gas natural.
Y por esa misma razón, tan excedidos en dignidad, es que regalamos cincuenta millones de dólares. Digo regalamos porque es nuestro gobierno al que se le ocurre dar tal dadiva a una empresa que fue nacionalizada, para que según esta nueva modalidad, se hiciese un manejo responsable de nuestras riquezas naturales (hidrocarburos) y de todos los excedentes que los mismos generasen, entiéndase capitales, sean utilizados en pro del bien común.
Obviamente el gobierno ha demostrado que no se puede beneficiar a toda la sociedad boliviana, porque somos millones y el dinero simplemente no alcanza para dicho fin, pero claro se puede favorecer a unos cuantos sinvergüenzas que aprovechando su posición favorable se enriquecen (como siempre) a instancia de otros muchos.
También queda aclarado que el axioma de lucha contra la corrupción es una falacia, o mejor dicho, un argumento tan repetido y desgastado (por la triste realidad), que es difícil reconocer que la ciudadanía pueda creer en él.
Y así está el panorama: se destapa un escándalo de corrupción a raíz de una cifra millonaria que debía ser pagada al Estado, pero que por cuestiones de pragmatismo político acabo siendo “perdonada” por el mismo Estado en beneficio de la empresa infractora y de paso aquellos que se atreven a denunciar son desacreditados y amenazados por el gobierno.
Y como al gobierno no le queda más moral empieza a atacar y a desacreditar a la vapuleada oposición, en un intento patético de minimizar las repercusiones de su propia podredumbre.
Y el resultado previsible será el despido de algún funcionario de YPFB Transporte, la investigación de los manejos económicos de dicha empresa, algún enjuiciado que pagara los platos rotos y será la comidilla de los medios de comunicación, convirtiéndose en la excusa del gobierno para revalidar su “lucha contra la corrupción” bajo el viejo argumento que resuena como una letanía “ven, fulano de tal está en la cárcel, pagando sus delitos, nosotros (el gobierno) no protegemos a los corruptos”
Pues sí que sí, porque al final después de tantas idas y venidas seremos nosotros los ciudadanos los que cansados de dimes que te dire, daremos por zanjado el asunto mientras que seguiremos pagando dicho “regalito” a través de nuestros impuestos.
Aclaración: Este es un artículo de opinión y no tiene ninguna validez periodistica.
Y por esa misma razón, tan excedidos en dignidad, es que regalamos cincuenta millones de dólares. Digo regalamos porque es nuestro gobierno al que se le ocurre dar tal dadiva a una empresa que fue nacionalizada, para que según esta nueva modalidad, se hiciese un manejo responsable de nuestras riquezas naturales (hidrocarburos) y de todos los excedentes que los mismos generasen, entiéndase capitales, sean utilizados en pro del bien común.
Obviamente el gobierno ha demostrado que no se puede beneficiar a toda la sociedad boliviana, porque somos millones y el dinero simplemente no alcanza para dicho fin, pero claro se puede favorecer a unos cuantos sinvergüenzas que aprovechando su posición favorable se enriquecen (como siempre) a instancia de otros muchos.
También queda aclarado que el axioma de lucha contra la corrupción es una falacia, o mejor dicho, un argumento tan repetido y desgastado (por la triste realidad), que es difícil reconocer que la ciudadanía pueda creer en él.
Y así está el panorama: se destapa un escándalo de corrupción a raíz de una cifra millonaria que debía ser pagada al Estado, pero que por cuestiones de pragmatismo político acabo siendo “perdonada” por el mismo Estado en beneficio de la empresa infractora y de paso aquellos que se atreven a denunciar son desacreditados y amenazados por el gobierno.
Y como al gobierno no le queda más moral empieza a atacar y a desacreditar a la vapuleada oposición, en un intento patético de minimizar las repercusiones de su propia podredumbre.
Y el resultado previsible será el despido de algún funcionario de YPFB Transporte, la investigación de los manejos económicos de dicha empresa, algún enjuiciado que pagara los platos rotos y será la comidilla de los medios de comunicación, convirtiéndose en la excusa del gobierno para revalidar su “lucha contra la corrupción” bajo el viejo argumento que resuena como una letanía “ven, fulano de tal está en la cárcel, pagando sus delitos, nosotros (el gobierno) no protegemos a los corruptos”
Pues sí que sí, porque al final después de tantas idas y venidas seremos nosotros los ciudadanos los que cansados de dimes que te dire, daremos por zanjado el asunto mientras que seguiremos pagando dicho “regalito” a través de nuestros impuestos.
* http://www.hidrocarburosbolivia.com/bolivia-mainmenu-117/nacionalizacion/18616.html
* http://www.eldeber.com.bo/2009/2009-06-17/vernotaahora.php?id=090617001623
* http://correodelsur.com/2009/0619/reader.shtml?quintana.htm
* http://www.constituyentesoberana.org/3/noticias/hidrocarburos/022009/020209_1.html
Aclaración: Este es un artículo de opinión y no tiene ninguna validez periodistica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario