Hace seis años atrás en una ruinas precolombinas, en medio de la parafernalia de la música, danzas, colores y plumas, Bolivia y el mundo se dejo engatusar por un discurso, por unos rasgos etno raciales y creyeron que un nuevo albor se avecinaba.
Hoy la realidad golpea duro, el discurso fue una mera promesa vacia, pero como toda mentira se resiste a desaparecer se siguen escuchando voces de apoyo.
Las mentiras no cambiaran la suerte de los pobres desgraciados, que creyeron en un oportunista politico, que de indigena no tiene nada.
Mientras tanto la suerte de las naciones del Oriente Boliviano estan echadas.
Hoy la realidad golpea duro, el discurso fue una mera promesa vacia, pero como toda mentira se resiste a desaparecer se siguen escuchando voces de apoyo.
Las mentiras no cambiaran la suerte de los pobres desgraciados, que creyeron en un oportunista politico, que de indigena no tiene nada.
Mientras tanto la suerte de las naciones del Oriente Boliviano estan echadas.
Adios yuquis, adios wwenhayek, adios yuracareses y moxeños. Hola modernismo y demagogia.
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